domingo, 3 de julio de 2011

Me pongo a pensar si en este momento tengo algo creciendo adentro mío, y me da una sensación de felicidad, pero también de mucha desesperación. Dos semanas de retraso, un dolor horrible en los ovarios, mi mamá pidiendo que me haga un test, y yo que sinceramente, no me afecta de la manera que me tendría que afectar. Tengo miedo, pero tampoco me interesa mucho. Me interesa sólo por el hecho de que yo lo quisiera tener, pero el aborto es la salida que voy a seguir. ¿Está bien? No... pero tampoco está mal creo yo. No soy católica, ni soy de ninguna religión que me impida el aborto ni tengo ningún ideal en contra de éste. Pero en sí, la idea de que estás matando a alguien, sigue colgando en mi cabeza. Tal vez solo quiero que me interese, para sentirme un poco culpable, y sentirme un poco más humana. Qué sé yo, no tendría que estar pensando en esas cosas. Tendría que estar pensando en el colegio, en aprobar, en dar mi primer beso, y en esas cosas. Pero no, ya nadie de 16/17 años piensa en eso en este tiempo.
En menos de un mes cumplo 17 años. Qué linda edad, ojalá tenga un poco más de libertad, ojalá. En realidad, no sé si la libertad acá es el tema. Acá el verdadero problema soy yo, soy demasiado cagona, predecible, calculadora. No tengo amigas con quien salir de noche y enloquecer como toda chica debería. Tengo un novio, sí, pero no es lo mismo. Veremos qué pasa, es todo cuestión de tiempo y paciencia, y de dejar el miedo atrás, guardadito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario