Se lucha y lucha hasta que se llega al momento en el que uno dice: hasta acá llegó mi voluntad. Y paramos a rescatar algo de la paz que nos queda.
Yo acabo de llegar a ese momento. Y estoy intentando rescatar mi paz, mi orgullo y mi equilibrio.
Se lucha y lucha hasta que se llega al momento en el que uno dice: hasta acá llegó mi voluntad. Y paramos a rescatar algo de la paz que nos queda.
Yo acabo de llegar a ese momento. Y estoy intentando rescatar mi paz, mi orgullo y mi equilibrio.
No quiero comer más, no quiero tener más novio, no quiero ir más al colegio. No quiero más nada. No quiero ser victima ni presa de nada. No quiero dar pena a nadie, no quiero darme pena a mi misma. No quiero que nadie piense que soy una farsante, no quiero engañarme más. No sé qué actitud tener. No sé a donde mirar, ni cómo. Esto parece las crónicas de una adolescente depresiva al borde del suicidio. No es así, es que sorpresivamente más sensible que siempre… Síntomas, síntomas, síntomas.
Pero no, no quiero comer más. Quiero así desaparecer, que me busque, que no me encuentre y que se arrepienta de todas sus actitudes. Quiero que me ruegue que lo perdone. Quiero que me regale todo su orgullo y que llore y llore y veo lo que es estar mal. No soy perfecta, yo acepto que le deseo el mal a veces a las personas, que envidio y soy bastante mala con respecto a lo que pienso de la gente. Iré al infierno (ja ja ja ja ja ja, comentario sarcástico), pero bueno, son las consecuencias de ser una persona ¿sincera?
No quiero volver a caer en ninguna obsesión. Pero quizás la obsesión nunca se fue. No sé con quien hablar de esto, si no conmigo misma puedo hablar con total sinceridad sobre esto. Voy a tener que volver a salir, sola. Estoy dramatizando.
(Me parece que nada de lo que escribí hoy tiene sentido. Qué paz me da apagar el celular).
Y con mi vaso de Cunnington de pomelo light, viendo Bob esponja y escuchando música paso mi sábado a la noche. Por elección. Eso es lo peor. En este momento podría estar comiendo pizzas y tomando birra en la casa de un amigo para después estar re escabio y quién sabe que más a las 4 de la mañana. Pero no, preferí a bob esponja. Suena (es) re depresivo, triste. etc. pero en realidad, estoy bastante feliz de estar en casa hablando con mi vieja y escuchando música tranquila. Yo creo que a veces es necesario un poco de paz.
(Gracias por amarme hasta cuando lloro como una nena).
No puedo cambiar, no me sale. Lo intenté, pero me salió para el orto. Te amo, pero no puedo cambiar, no puedo confiar. Quizás no pueda estar en una relación sin lastimar al otro.
Recemos para que mañana salga todo bien, como tendría que ser. Que no salga nada raro en los exámenes de sangre… N A D A.
Sacando eso, qué falsedad la de la gente. Yo soy falsa, y bastante cuando quiero. Yo creo que todos lo somos, sino estaríamos cagándonos a tiros todos a todos. Pero tampoco derrochen falsedad… hay un límite chicas, tendrían que saberlo a esta altura de sus vidas. No la vengan a caretear conmigo, cuando no son ni capaces de regalarme un caramelo para mi cumpleaños, no vengan a decir que quieren volver a salir y blablabla pretendiendo que cate y yo somos dos idiotas que nos olvidamos de que se re olvidaron de nosotras. Yo me rompí el orto para comprarles a todas un regalo que les encantara, y no son capaces de una mierda. En esas situaciones te das cuenta cómo es la gente en realidad.
Y discutimos como la puta madre, literalmente. Nos puteamos, nos pegamos, me pega, le pego, nos odiamos con demasiado pasión por unos minutos y después alguno de los dos afloja y todo es amor y paz de vuelta. No nos entiendo, no te entiendo, pero igualmente te amo.
Yo no sé si soy hipocondríaca o qué onda, pero siempre tengo algún dolor físico… el corazón, tengo taquicardia, fumo y me dan ganas de vomitar, como y me arde el estómago. Ni una bien pendeja. Igual, estoy genial.