Con la única persona que me siento segura y con la que sé que puedo decir abiertamente todo lo que me gusta y lo que quiero hacer sin sentirme una careta es con Tomás. Es la única persona que sé que no piensa nada mal sobre mí, que sé que sabe como soy y qué pienso. Hay días que pienso que puedo vivir sin él felizmente, y otros en los que con sólo pensar la idea de no tenerlo me siento mal físicamente. No exagero. Soy bastante “bipolar”, por así decirlo. Me gusta sentirme independiente, aunque sé que soy demasiado dependiente de mi novio.
Me hace falta gente, extraño gente. Pero no sé, no se puede tener todo en la vida. De vez en cuando me agarra una melancolía horrible en la que siento que todo lo que siento está al revés, y que debería apostar todo a algo que hasta la persona más idiota se daría cuenta que la apuesta ya está perdida. No sé porque no puedo olvidarme y dejarlo atrás. No sé porque siento una atracción media rara a lo imposible, a lo que ya perdí, a lo que nunca fue, a lo que yo hubiera querido (y dado todo) para que lo fuera, aunque sea por un segundo. Pero son pensamientos que me vienen muy de vez en cuando, cuando no estoy conforme conmigo misma. Pero yo sé muy bien que siento, y sé cual quiero que sea mi futuro. Estoy bastante segura de eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario